jueves, 26 de marzo de 2009

APERTURA, PLAN COLOMBIA Y TLC

Norman Alarcón Rodas,
Barranquilla, marzo 24 de 2009

Hace diez años el gobierno de Andrés Pastrana aceptó el Plan Colombia con Estados Unidos y firmó el Acuerdo Extensivo con el Fondo Monetario Internacional cuando el país se había precipitado a la peor crisis económica del siglo pasado, como producto de una década de aplicación de la apertura económica iniciada en el gobierno Barco, continuada a fondo por las administraciones de César Gaviria, Ernesto Samper y Andrés Pastrana, siguiendo los lineamientos del Consenso de Washington.
La historia económica de esa época muestra que el aparato productivo del país sufrió lesiones enormes al quedar inerme frente a la competencia de los países industrializados y compañías trasnacionales que entraron a saco en nuestro mercado interno, la deuda externa más que se duplicó, el déficit comercial se disparó, el desempleo rondó el 20 por ciento y las necesidades de la población se multiplicaron sin opciones de mejoría.
El 18 de septiembre de 1999 Andrés Pastrana viajó a Estados Unidos a acordar con Bill Clinton, presidente en ese entonces de Estados Unidos, el Plan Colombia por un valor de 7.500 millones de dólares, para luego, en diciembre del mismo año, incorporarlo al Acuerdo Extensivo con el F.M.I. El Plan Colombia contemplaba políticas en el plano económico, para fortalecer la capacidad del estado para recaudar impuestos, la expansión del comercio internacional y los acuerdos de libre comercio para atraer inversión extranjera; una estrategia fiscal y financiera para adoptar medidas severas de austeridad y ajuste; políticas de paz, justicia, antinarcóticos, desarrollo alternativo, entre otras. Sobre el sector agropecuario, se reconocían los graves impactos que habían tenido las políticas aperturistas y que Colombia se debía aplicar a cultivar productos tropicales de tardío rendimiento porque en producción de cereales no era competitivo.
Ya es conocido que el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez firmó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos en diciembre el año 2006, que no es más que la profundización de las políticas aperturistas para hacerlas irreversibles, las cuales han llevado a nuestro país a la grave crisis económica y social que padecemos y que coincide con la debacle financiera internacional producto de la globalización neoliberal. El hilo conductor de todas estas políticas es la influencia determinante del gobierno norteamericano y de los organismos financieros internacionales sobre el destino de nuestro país, por lo que, para enderezar el rumbo es necesario un replanteamiento a fondo que rescate el manejo de nuestros asuntos internos y los ponga en consonancia con los intereses nacionales que defienda la soberanía, la producción agraria e industrial y los derechos sociales, económicos, políticos y culturales de las amplias mayorías nacionales.

domingo, 22 de marzo de 2009

GRAN JORNADA NACIONAL DE LUCHA

GRAN JORNADA NACIONAL DE LUCHA
24 de marzo de 2009

FECODE conmemora 50 años de lucha por la Democracia, la Educación Pública y los Derechos del Magisterio.

CONTRA:

- Reelección presidencial de A.U.V.
- Los TLC con EE.UU. Y Unión Europea
- Los crímenes de Estados y/o falsos positivos
- Traslado de base de Manta (Ecuador) a Colombia
- Deuda externa

JORNADA NACIONAL DE LUCHA POR:

- La crisis la paguen los ricos
- Solución a los problemas del campo, jóvenes, los indígenas, campesinos y sectores populares
- Aprobación referendo del agua, estatuto del trabajo, ley de víctimas
- Respeto a los derechos: Humanos, organización sindical y social de movilización y oposición.
- Solución política al conflicto armado y social interno del país
- Defensa de la educación publica estatal

INVITAN

GRAN COALICIÓN DEMOCRÁTICA
Polo Democrático Alternativo
Poder Ciudadano
Centrales Sindicales – CPC
Organizaciones de estudiantes, Mujeres, Jóvenes
Organizaciones Indígenas, Campesinas Viviendistas, Desplazados, Educadores
Fecode

¿El Estado 51?




No se trata de satanizar la ayuda de Estados Unidos, pero tampoco de que haya intromisión en los asuntos internos POLÍTICA INTERNACIONAL. Pocas veces en la historia de Colombia, Estados Unidos había metido tanto sus narices en las políticas internas. Y lo increíble: con el visto bueno del Estado.
Desde cuando Colombia aceptó los 25 millones de dólares de Estados Unidos para "eliminar todas las desavenencias producidas por los acontecimientos políticos ocurridos en Panamá en 1903" como parte del tratado Urrutia-Thompson de 1914, el gobierno de Washington D. C. se ganó un puesto de honor en la mesa de la política colombiana. Un lugar que no ha abandonado, como se demostró la semana pasada. El domingo el gobierno tuvo que recular luego de que el vicepresidente Francisco Santos propuso darle santa sepultura al Plan Colombia. El alto funcionario se quejaba de que los pocos dólares que recibía de ayuda no justificaban el maltrato que se le daba al país en ciertos círculos de Washington. Pero fue rápidamente desautorizado por el canciller Jaime Bermúdez: "Hay que continuar con el Plan Colombia. Este Plan se necesita para poder consolidar los resultados en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo".
Días antes, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, había anunciado el traslado de los equipos y las aeronaves norteamericanos de la base de Manta (Ecuador) a territorio colombiano. El miércoles Colombia amaneció con la noticia de que el senador Patrick Leahy había congelado 72 millones de dólares de ayuda militar, debido a su preocupación por los "falsos positivos". El jueves se informó que Estados Unidos solicitará en extradición a David Murcia, de DMG. Esa andanada informativa, lejos de ser excepcional, refleja el grado de injerencia que hoy tienen las tres ramas del poder de Estados Unidos en Colombia, posiblemente la mayor en toda la historia de las relaciones entre los dos países.

La influencia estadounidense no es nueva, pero pocas veces ha afectado tanto el diario devenir de los colombianos como se está viviendo hoy en día. Si el pilar de cualquier Estado es la justicia, ésta en Colombia se escribe en inglés. El sistema penal acusatorio, que se instrumentó en los últimos años, no sólo está inspirado en el norteamericano, sino que fue promovido y financiado por Washington. Los fiscales colombianos son instruidos por sus pares estadounidenses.

Allí no se limita su participación. Según le confirmaron a SEMANA fuentes de la Fiscalía, los funcionarios norteamericanos tienen un papel protagónico en varios frentes críticos como el uso de polígrafos para determinar la idoneidad de fiscales colombianos. En los casos que le interesan a Estados Unidos -narcotráfico, derechos humanos- intervienen directamente agentes del FBI o del Departamento de Justicia.

La justicia penal militar se está transformando a imagen y semejanza de la que se aplica en el Pentágono mediante la capacitación de jueces y fiscales colombianos.

La extradición, otrora una herramienta excepcional para combatir a los grandes capos de la droga (cartel de Medellín y Cali), es hoy utilizada de manera indiscriminada. Ya van más de 800 extraditados desde 2002, de los cuales sólo un pequeño porcentaje calificaría bajo el rubro de demasiado poderosos o peligrosos para ser juzgados en Colombia: la raison d'etre con la cual se justificó su instrumentación en el país.

También son frecuentes los viajes del fiscal general, Mario Iguarán, o de otros funcionarios de la rama judicial a Washington, no sólo para reunirse con sus pares en el Departamento de Justicia - algo lógico-, sino para presentar descargos y explicaciones a congresistas y sus asesores.

La rendición de cuentas a los congresistas gringos no es fortuita: las instituciones colombianas, entre ellas la Fiscalía, reciben anualmente más de 500 millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses. La recepción de esa plata es lo que les da carta blanca a los políticos norteamericanos para entrometerse en los asuntos colombianos. Y lo hacen con gusto: no sólo en justicia, sino en asuntos de derechos humanos, seguridad nacional, política social y hasta en cómo se debe regir las relaciones laborales en Colombia.

Gracias a la llamada enmienda Leahy, aprobada en 1997 durante el gobierno de Samper, se puede negar el envío de ayuda a unidades militares de las cuales se sospecha de violaciones de derechos humanos. La norma es tan vaga y sujeta a interpretaciones que cualquier miembro de la fuerza pública es vulnerable de ser sindicado de ser un malhechor. El problema radica en que Leahy, por ser el presidente del Comité de Apropiaciones, puede él solo frenar el desembolso de recursos, como ocurrió la semana pasada con los 72 millones de dólares del Plan Colombia. Es más, normalmente quien decide es su asesor Tim Reiser, encargado de hacerles seguimiento a los temas colombianos. Así, las fuerzas militares pueden llegar a estar al vaivén de un staffer de Congreso, quien reside en Washington.

Leahy no es único legislador que ejerce esa facultad de vigilancia o de influencia. El congresista Gregory Meeks convenció al gobierno de Uribe de que si les ponía atención a los afrocolombianos, el black caucus (agrupación que reúne a 41 representantes negros) apoyaría el TLC. Eso explicó el nombramiento de la Ministra de Cultura y un viceministro de Protección en junio de 2007, según le confirmaron a SEMANA fuentes de ambos gobiernos. No es gratuito, además, que haya una partida de 15 millones de dólares del Plan Colombia que debe ser invertida en las comunidades afrocolombianas del Pacífico.

En la delicada esfera de la seguridad nacional, la participación norteamericana, aunque discreta, se manifiesta en la presencia de militares y contratistas de ese país en lugares estratégicos: las bases de Tres Esquinas, Apiay, Tolemaida, Arauca y Buenaventura. Muchos equipos donados no pueden ser movidos o utilizados sin la autorización previa de Estados Unidos. De trasladarse las aeronaves y equipos estadounidense de Manta a Colombia, ¿se les permitirá esa misma autonomía?

Es tanta la integración colombo-estadounidense en asuntos de defensa, que el gobierno colombiano utiliza muchas veces el mismo sistema de compras del Pentágono (se logran economías de escala, según le explicó a SEMANA un ex funcionario de seguridad).

El llamado 'Plan de Consolidación' en las áreas antes controladas por la guerrilla tiene un fuerte componente norteamericano. Muchos de los recursos provienen de la Agencia Internacional de Desarrollo (AID). Esta impronta les permite a los funcionarios estadounidenses tener voz y voto sobre cómo y dónde se gasta la plata.

Esta norteamericanización de Colombia precede al gobierno de Uribe. La guerra contra el narcotráfico y las Farc llevó a los gobiernos a acercarse más a Washington; pero la actual administración ha ido más lejos que sus antecesores. El gobierno colombiano firmó un acuerdo que otorga inmunidad a personal oficial estadounidense implicado en crímenes de lesa humanidad para que no sean juzgados por la Corte Penal Internacional (CPI), sino por jueces de su país.

Pero tal vez la mayor señal de que Colombia cada vez se parece más a un apéndice de Estados Unidos es la actuación de los llamados opositores. El senador liberal Juan Fernando Cristo, por ejemplo, acaba de regresar de un periplo a Washington D. C. donde explicó y pidió apoyo para la ley de víctimas. Piedad Córdoba quiere entregarle las llaves del acuerdo humanitario al congresista demócrata Jim McGovern. Los sindicatos colombianos se aliaron con sus similares norteamericanos contra el TLC porque éste les quitaría empleos a los trabajadores estadounidenses. Y gracias a la presión de los sindicatos gringos, se cambió la ley de huelga en Colombia.

Son múltiples las áreas donde la ayuda económica de los Estados Unidos significa una influencia de ese país en los asuntos internos que son estratégicos para Colombia. Frente a esta situación, no se trata de satanizar la cooperación de Washington, que sin duda ha sido beneficiosa para Colombia en aspectos tan importantes como los derechos humanos, la seguridad y la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla. Pero tampoco es conveniente que muchas decisiones de seguridad nacional y de política interna tengan que ser autorizadas por funcionarios estadounidenses, como muchas veces ocurre, y que constituye una intromisión en los asuntos internos de un país que lesiona la soberanía nacional.

viernes, 13 de marzo de 2009

Los colombianos debemos rechazar que se traslade a Colombia la base norteamericana Manta, dice senador Robledo.


Jueves 12 de marzo de 2009


Las tropas extranjeras representan los intereses extranjeros y violan la soberanía. No sería raro que el traslado lo acepte un gobierno que respalda la invasión a Irak. El Congreso colombiano es el único que puede decidir al respecto
“Los colombianos debemos expresar nuestro más enfático rechazo a lo que parece ser la decisión tomada por la Casa Blanca de trasladar a Colombia la base militar norteamericana que opera en Manta, Ecuador, bien sea que ese traslado se haga hacia uno o hacia varios emplazamientos en Colombia”, afirmó el senador Jorge Enrique Robledo.
El senador del Polo Democrático Alternativo explicó que no sería extraño que el Presidente Uribe cayera en la indignidad de prestarse para hacer lo que con razón rechazó el gobierno ecuatoriano, pues su sometimiento a Washington es tanto, que fue capaz de respaldar la bárbara invasión estadounidense a Irak.
“No debe olvidarse –dijo el senador Robledo– que un soldado, de cualquier nación y sin importar dónde se encuentre, salvo que sea un cipayo, representa los intereses del país cuya bandera juró defender, luego las tropas de Estados Unidos en Colombia violan la soberanía nacional y representan los intereses económicos y políticos de sus imperialistas y no los de los colombianos”.
Y “este hecho se agrava –agregó– porque se sabe que las bases norteamericanas regadas por toda la tierra son parte de la estrategia de dominación global de la mayor potencia imperialista de la historia de la humanidad, verdad que no puede ocultarse tras la fracasada lucha contra el narcotráfico”.
El senador Robledo también llamó a los colombianos a exigir que sea el Congreso colombiano, según lo ordena la Constitución, el que tome cualquier decisión al respecto.

DISCURSO A LAS JUVENTUDES SOCIALISTAS UNIFICADAS

Antonio Machado,
España. 1 de mayo de 1937.

Acaso el mejor consejo que puede darse a un joven es que lo sea realmente. Ya sé que a muchos parecerá superfluo este consejo. A mi juicio, no lo es. Porque siempre puede servir para contrarrestar el consejo contrario, implícito en una educación perversa: procura ser viejo lo ante posible.
Se vela por la pureza de la niñez; se la defiende, sobre todo, de los peligros de una pubescencia anticipada. Muy pocos velan por la pureza de la juventud; a muy pocos inquieta el peligro, no menos grave, de una vejez prematura. Sabemos ya, y acaso lo hemos creído siempre, que la infancia no se enturbia a sí misma, y hemos adquirido un respeto al niño, loable, en verdad, si no alcanzase los linderos de la idolatría. Se sigue creyendo, en cambio, que toda la turbulencia que advertimos en los jóvenes es de fuente juvenil, y que al joven sólo puede curarle la vejez. Yo he pensado siempre lo contrario. Por ello he dicho siempre a los jóvenes: adelante con vuestra juventud. No que ella se extienda más allá de sus naturales límites en el tiempo, sino que dentro de ellos la viváis plenamente. Adelante, sobre todo, con vuestra faena juvenil: ella es absolutamente intransferible; nadie la hará si vosotros no la hacéis.
Uno de los graves pecados de España, tal vez el más grave, acaso el que hoy purgamos con la tragedia de nuestra patria, es el que pudiéramos llamar “gran pecado de las juventudes viejas”. Yo las conozco bien, amigos queridos, perdonadme esta pequeña jactancia. En mi ya larga vida, he visto desfilar varias promociones y diversos equipos de jóvenes pervertidos por la vejez; ratas de sacristía, flores de patinillo, repugnantes lombrices de caño sucio. Los conozco bien. Y son esos mismos jóvenes sin juventud los que hoy, ya maduros, mejor diré, ya podridos, levantan, en la retaguardia de sus ejércitos mercenarios, los mismos que decidieron, fría y cobardemente, vender a su patria y traicionar el porvenir de su pueblo. Son esos mismos también, aunque no siempre lo parezcan, los que hoy quisieran corromperos, sembrar la confusión y el desorden en vuestras filas, los enemigos de vuestra disciplina, en suma, cualesquiera que sean los ideales que digan profesar.
¡La disciplina!... He aquí una palabra que vosotros, jóvenes socialistas unificados, no necesitáis, por fortuna, que yo recuerde. Porque vosotros sabéis que la disciplina, útil para el logro de todas las empresas humanas, es imprescindible en tiempos de guerra. De disciplina sabéis vosotros, por jóvenes, mucho más que nosotros, los viejos, pudiéramos enseñaros. Contra lo que se cree, o afecta creerse, también la disciplina es una virtud esencialmente juvenil, que muy rara vez alcanzan los viejos. Sólo la edad generosa, abierta a todas las posibilidades del porvenir, realiza gustosa el sacrificio de todo lo mezquinamente individual a las férreas normas colectivas que el ideal impone. Sólo los jóvenes verdaderos saben obedecer sin humillación a sus capitanes, velar por el prestigio, sin sombra de adulación, de los hombres que, en los momentos de peligro, manejan el timón de nuestras naves; sólo ellos saben que en tiempo de guerra y de tempestad los capitanes y los pilotos, cuando están en sus puestos, son sagrados.
Nada temo de la indisciplina juvenil, porque nunca he creído en ella. Mucho temo, mucho he temido siempre de la mansa indisciplina de la vejez, de esa vejez anárquica, en el sentido peyorativo de estas dos palabras –un hombre encanecido en actividades heroicas sabe guardar como un tesoro la llamada íntegra de su juventud, y un anarquistas verdadero puede ser un santo-, de ese espíritu díscolo y rebelde a toda idealidad, siempre avaro de bienes materiales, codicioso de mando para imponer la servidumbre, que, en suma, sólo obedece a lo más groseramente individual: los humores y apetitos de su cuerpo averiado, sus rencores más turbios, sus lujurias más extemporáneas. A eso, que es la vejez misma, he temido siempre.
Si reparáis en la breve historia de nuestra República, que se inaugura magníficamente con signo juvenil, dominada por hombres que gobiernan y legislan atentos al porvenir de su pueblo, veréis que es un hombre profundamente viejo, un alma decrépita de ramera averiada y reblandecida, el llamado Lerroux, quien se encarga de acarrear a ella, de amontonar sobre ella -¡nuestra noble República!- todos los escombros de la rancia política de derribo, toda la cochambre de la inagotable picaresca española. A esto llamaba él ensanchar la base de la República.
Yo os saludo, pues, jóvenes socialistas unificados, con un respeto que no siempre puedo sentir por los ancianos de mi tiempo, porque muchos de ellos estaban deshaciendo a España y vosotros pretendéis hacerla. Desde un punto de vista teórico, yo no soy marxista. Veo, sin embargo, con entera claridad, que el socialismo, en cuanto supone una manera de convivencia humana, basada en el trabajo, en la igualdad de medios concebidos a todos para realizarlo, y en la abolición de los privilegios de clase, es una etapa inexcusable en el camino de la justicia; veo claramente que es ésa la gran experiencia humana de nuestros días, a que todos de algún modo debemos contribuir. Ella coincide plenamente con vuestra juventud, y es una tarea magnífica, no lo dudéis. De modo que, no sólo por jóvenes verdaderos, sino también por socialistas, yo os saludo con entera cordialidad. Y en cuanto habéis sabido unificaros, que es mucho más que uniros, o juntaros, para hacer ruido, contáis con toda mi simpatía y con mi más sincera admiración.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Conmemoración del Día Internacional de la Mujer

La Organización Colombiana de Estudiantes, OCE-Atlántico, te invita este sábado 7 marzo a la actividad que se realizara en el marco de la conmemoración del Día internacional de la Mujer, en la sede del Polo Democrático Alternativo, Calle 55 N° 53 – 32, a partir de las 2:00PM.

El día internacional de la mujer, que se conmemora en honor a las 129 costureraras de New York que en 1910 dieron su vida por reivindicaciones laborales, se encuentra relacionada con las luchas por la emancipación del trabajo ante la explotación del capitalismo y que en el momento actual, cuando el imperialismo financiero atraviesa por la peor crisis en su historia, la lucha por la nueva democracia de la mujer guarda diariamente mayor vigencia.

La actividad contara con una conferencia a manos de Vilma Solano, Dirigente del magisterio, reconocida líder Afrodecendiente y delegada al II Congreso del PDA. Adema s se contara con expresiones culturales.

oce.atlantico@gmail.com

martes, 3 de marzo de 2009

Las actuales reformas atentan contra la calidad de la Universidad Nacional

Informativo Resistencia Civil N° 7, Universidad Nacional,
Bogotá, Febrero de 2009

Desde hace más de tres lustros las principales determinaciones adoptadas en la educación colombiana apuntan a adecuarla a los requerimientos del rol que juega el país en la globalización de la economía y su consecuencia, más notable y perniciosa, es el deterioro de su calidad. Este primer semestre de 2009 recibe a los estudiantes de la Universidad Nacional con la puesta en marcha de la reforma académica, Acuerdo 033 de 2007, y la reforma al estatuto estudiantil, Acuerdo 008 de 2008. Y si bien aun falta por implementarse toda la reforma, ya se obtienen algunas conclusiones sobre su orientación, precisiones que requieren comprender los nuevos estudiantes de la Universidad ya que sobre sus hombros, no sólo recaerán las nocivas consecuencias de su contenido, sino también la responsabilidad de echar al traste esta iniciativa mediante la movilización social.
Esta reforma implica la implementación del sistema de créditos que en teoría es una herramienta para medir el tiempo empleado en la duración de las materias. No obstante, en la iniciativa concebida por la administración y el gobierno nacional subyacen una serie de medidas que atentan contra la calidad de la Universidad Nacional. Ahora los contenidos de las carreras no tendrán como parámetro los altos niveles científicos de cada área del conocimiento sino que serán establecidos conforme a las competencias académicas, laborales y ciudadanas, lo cual significa un proceso de aprendizaje basado en la enseñanza de las herramientas para aprender y no en el contenido mismo. Algunas competencias son “aprender a aprender,” la lecto-escritura y la imposición del inglés como única alternativa de segundo idioma.
Los créditos también resultan cruciales para reducir la duración de las carreras y limitar la permanencia de los estudiantes en el alma máter por medio del “cupo de créditos”. Esto consiste en que los estudiantes tendrán una cantidad finita de créditos que se agota durante el desarrollo de la carrera que, en caso de acabarse sin terminar la totalidad de la carrera, dará lugar a la pérdida de la calidad de estudiante. A ello se suma que las carreras ya no estarán divididas propiamente por semestre sino por componentes de aprendizaje. Y al comparar este esquema con la carga horaria promedio del anterior sistema, hay carreras que se recortan en cerca de un año; el director del programa curricular de Economía, Leonardo Duarte, explicó en la semana de inducción que un estudiante podrá obtener su titulo en solo 7 semestres. Además en buena parte de las facultades, para hacer coincidir las carreras con el cupo, redujeron la duración de las mismas eliminando materias de la denominada malla curricular. ¿Cuáles son los auténticos motivos que justifican estas reformas en la Nacional?
La primera razón es incrementar la cobertura pero sin una cantidad suficiente de recursos por estudiante. Entre 2002 y 2006 las transferencias por estudiante del Ministerio de Educación a las instituciones de educación superior decreció, en términos reales (incluyendo la inflación), en -39%. Ello explica la causa de la actual asfixia presupuestal que agobia a las universidades públicas. E indudablemente, en las campañas a la reelección emprendidas tanto por el uribismo como por Wasserman les resulta útil mostrar un “mayor compromiso del Estado por ampliar la cobertura”, omitiendo claro esta, el recorte presupuestal que ello conlleva.
El segundo motivo se enuncia en el Plan Global de Desarrollo 2007 – 2009 de la administración Wasserman: “se sostendrá la tasa de crecimiento en el pregrado y se buscará impactar la demanda de la formación de posgrados en el país posicionándonos como la primera institución con la mayor oferta de cupos a este nivel”. Debido al recorte presupuestal impuesto por el FMI y Uribe Vélez, el rector busca aumentar los recursos propios de la Universidad con base en los posgrados ya que en éstos se obtiene mayor rentabilidad que con las matrículas de pregrado.
Y el tercer argumento es el expuesto en el plan Visión Colombia 2019 que responde al papel que desempeña el país en la globalización neoliberal: “La visión 2019 concibe una economía cimentada en la producción, difusión y uso del conocimiento como base de la productividad y la competitividad internacional, lo que impone retos adicionales al sistema educativo, que debe formar egresados en la cantidad y con la calidad suficiente para responder a las necesidades de una economía en crecimiento. Estos desarrollos hacen necesario, (… ) la preparación de profesionales, técnicos, tecnólogos y personal calificado que demandará el sector productivo como resultado de la dinamización de los sectores de la economía conectados con mercados externos .” Esa no es la educación que requiere la nación para resolver la miseria y la pobreza que agobia a la población sino que es la formación que demandan las multinacionales, el capital financiero, la especialización del país en productos tropicales y la gran minería.
Esta política sólo se podrá derrotar si emprendemos un amplio y masivo movimiento estudiantil en defensa de la calidad y el alto nivel científico que requiere la educación y la sociedad colombiana. En ese propósito es importante contar con una herramienta fundamental que nos permita actuar de manera coordinada y organizada para ser eficaces en las tareas propuestas: elijamos los Consejos Estudiantiles para hacer frente a la política neoliberal que busca entregar el sistema educativo a los grandes emporios financieros.
El panorama es difícil, armémonos de valor y de honor para responder a los intereses del desarrollo nacional y de la población colombiana.
oceunal@gmail.com

martes, 17 de febrero de 2009

Carta abierta a la rectora (e) Ana Sofía Mesa de Cuervo.

Utilizar la frase de un hombre bueno, para justificar un accionar non sancto, se constituye en un engaño y una burla a tu raciocinio. (¡Por ti Víctor Hugo!)
Sra. Rectora (e):

Serán merecidos sus agradecimientos al Gobierno Nacional y Departamental, cuando han sido precisamente ellos los que le han incumplido a la ciudadanía… El Gobernador NO reconoce la deuda que tiene el Dpto. con la UdeA y se niega a pagar lo que por obligación le debe a nuestra Alma Máter; el Presidente no hace mas que estigmatizar a los estudiantes que no acallan sus voces dentro de la U. Pública, no envía los recursos que la ley contempla para el desarrollo óptimo de la educación superior, y luego llega a repartir migajas – sumas elevadas de dinero, pero que no son ni la mitad de lo que nos adeuda – y los medios de comunicación lo ensalzan como si fuera el mesías. La crisis estructural de la U, aún se mantiene, solo que con un cascarón enclenque e inmenso que pretende ocultarla ¿A cuál crisis superada se refiere?... A la comunidad académica no le han preguntado si la U. se encuentra bien o mal, y el Consejo Superior es un organismo donde los sectores mayoritarios – estudiantes y profesores - son minoritarios e ignorados en las sesiones. Nosotros mantendremos nuestros esfuerzos indeclinables para recuperar la UdeA que brillaba con luz propia, en el concierto de la Educación Superior Nacional y educaba a la Juventud Caribeña con Sentido Social.
La cacareada y pregonada sostenibilidad económica, es un eufemismo que, exonera de responsabilidad al Gobierno N/al. y se mantiene con el alza de matrículas, justificando esta medida con edificios que no son construidos con esos dineros, debido a que el dinero de las matrículas no alcanza ni si quiera para pagar el salario de los profesores, este tipo de subterfugios embaucan a incautos.
No nos oponemos al cambio, por el contrario lo buscamos, pero este cambio es para mejorar y se deben conservar las cosas hasta el momento alcanzadas, es empezar a utilizar lo útil y desechar la basura.
El convenio de concurrencia, la ley 550 de 1999 – 922 de 2004, el plan de reestructuración y el plan de salvamento institucional, han llevado a nuestra institución a un paulatino marchitamiento y asfixia académico-financiera, imperceptible para muchos, debido a que se suministra a cuenta gota, por pequeñas dosis que en su conjunto conforman una receta letal para la educación pública de alta calidad, la cual nosotros Defendemos y Proyectamos hacia un futuro CONSENSUALMENTE deseable, es decir, que se tengan en cuenta a todos los estamentos y que la Democracia al interior del Alma Máter no sea igual a Imposición, o sino ¿cómo le podemos llamar al cambio de símbolo de la U. del Atlántico? ¡Es una imposición!, en su afán de instaurar a la fuerza una “nueva cultura”, que no es nada nueva, sino mas de lo mismo con adornos y brillantes que deslumbran a desprevenidos; La nueva cultura la buscamos nosotros con estudiantes pensantes, críticos, transformadores, con sentido social, sensibles y sensatos, que sean capaces de colocar el bienestar general por encima de su bienestar particular y con un sentido de pertenencia inmenso por lo público para salvaguardarlo. No se nos puede despojar de nuestra Identidad, de aquello que nos representa y aglutina, inclusive a través de la academia y de nuestra realidad multicultural.Las medidas legales anteriormente mencionadas no han permitido que cese el desgreño administrativo y financiero, inclusive la corrupción, por el contrario se han intensificado o sino preguntémosle a los 400 trabajadores que fueron despedidos sin justa causa de la UdeA y que están reintegrando a través de sentencias judiciales ocasionándole un alto costo a la U, por decisiones tomadas a la ligera de despedir a trabajadores, para contratar temporalmente a otros, y luego al reingresar los viejos deben darle su cargo y además indemnizaciones elevadísimas por culpa de la mala administración.
Dentro de la U no existe un clima de confianza y gobernabilidad, sino de temor generalizado: los profesores y trabajadores de ser despedidos y los estudiantes de ser estigmatizados y rotulados de Terroristas; desde su llegada “temporal” a la rectoría, impulso y logró el sistema de “seguridad” mas represivo jamás conocido en la universidad, desde vigilantes privados con perros, hasta un complejo circuito de cámaras de video ¿cuánto le cuesta esto anual o mensual a la U?; La sostenibilidad institucional se ha mantenido siempre por el rendimiento y recomendaciones del estudiante egresado de la UdeA y así debe seguir siendo, no con publicidad engañosa.
Colombia es un país que no ha pasado por el modernismo, algunos pretenden insertarnos en el pos-modernismo y en la sociedad del conocimiento, cuando a duras penas llegaríamos en el mejor de los casos a la sociedad de la información, los estudiantes que nos encontramos ávidos de conocimientos queremos salir como profesionales de la U y no como tecnólogos, sin recortes de materias en nuestros planes de estudio, buscando generar desarrollo.
No necesitamos profesionales que “produzcan” más a menor precio, o sea generar una rentabilidad superior a la competencia en el mercado, la educación no se mide con parámetros empresariales como la rentabilidad, sobretodo porque no producimos bienes sino conocimientos; requerimos y con urgencia Profesionales Comprometidos con el Avance de la Ciencia a través de la Investigación.
Tenemos la responsabilidad histórica e ineludible de no dejar en el olvido y la impunidad el cierre injustificado de la sede centro, que hizo desertar a cientos de estudiantes, debemos tener el valor civil para exigir que en la toma de decisiones que nos afectan deben consultarnos y no legitimar que actúen de espalda a los estudiantes; siempre que se va a tomar alguna medida de importancia se nos manda de vacaciones, con usted Sra. rectora (e) siempre ha sido así, ejemplos de este accionar suyo: el cierre de la sede centro, el alza de las matrículas, y la implementación de un circuito cerrado de cámaras para fustigar a quien se atreva a pensar, estudiar y hablar, aprovechándose que el estudiantado se encuentra de vacaciones y no puede protestar.
Sra. Rectora (e), con todo respeto, debe saber usted que centralismo no es igual a rigidez y burocracia, cada persona es libre de escoger entre un sistema de gobierno federalista o centralista-democrático, el modelo orgánico que usted nos pretende obligar a acatar no tiene ninguna de las características que menciona en su comunicado, a saber, no es eficiente, democrático, participativo, mucho menos transparente, usted jamás ha rendido cuentas a la comunidad universitaria y en general su estadía en el Alma Mater ha sido para su desmoronamiento intelectual, la autonomía universitaria ha sido pisoteada descaradamente, la fuerza pública ha entrado a la UdeA para reprimir la protesta social y no se digno usted en ese momento de emitir por lo menos una nota de protesta.
Estamos pensando y haciendo la universidad de acuerdo a la realidad de nuestra región y del país, inclusive teniendo en cuenta el contexto socio-económico internacional mundial y sobretodo Americano (nos referimos a todo el continente y no solo a una parte de ella, ya que este término ha venido usándose tradicionalmente de manera errónea), donde soplan vientos de cambio y se encuentra en apuros el sistema financiero y con ella la economía mundial auspiciada por EEUU.
Los edificios vacíos no nos sirven para nada, bibliotecas sin libros no son bibliotecas, laboratorios sin insumos y elementos de trabajo, no son laboratorios; el Dpto. de Admisiones es inoperante, obsoleto y sus filas se parecen a las que uno hace cuando va a sacar el SISBEN… el bienestar universitario deja mucho que desear, muchos lo llaman malestar universitario… Son numerosos los problemas que debemos solucionar de frente a la comunidad y no disuadir a nadie con perspicaces comentarios. No coarten la libre expresión y la protesta pacífica, no dañen nuestras carteleras, estudiantes no se cansen de alzar la voz y de defender lo que nos pertenece a nosotros y a los que vienen.

Organización Colombiana de Estudiantes

Universidad del Atlántico
Barranquilla, Febrero 11 de 2009






¿Universidad del Atlántico?



Analicemos:

¿Existe democracia en la Uniatlántico, cuando la rectora no le pregunta a ningún estamento universitario si está, o no, de acuerdo con el cambio de la imagen institucional de nuestra Alma Máter?

¿Existe democracia cuando una persona decide, lo que deberíamos decidir todos?

Algunos dirán que este asunto no nos compete… sino sólo a los administradores de la universidad que “solo quieren proyectar una imagen distinta (competitiva) de la universidad”, si a nosotros (estudiantes y profesores) que somos la parte fundamental de la misma, esencia y razón de ser de la UdeA no nos compete decidir lo que pase con ella, ¿Entonces a quién?, acaso los símbolos no llevan intrínsecamente un ideario común, una tradición, un significado, una representación de nuestro pasado, presente y futuro, un anhelo, un sueño, un querer, en ultima instancia una identidad construida con el sudor y esfuerzo –físico y mental- de muchos años… qué pasaría si de repente al Presidente se le ocurriera la maravillosa idea de cambiar el tri-color de la bandera Nacional, y lo impusiera con un decreto, sin tener en cuenta la opinión de la gente… de las mayorías, ¿te mantendrías en silencio?, ¿permanecerías inmóvil?, ¿No estallarías de indignidad?, no hacemos un llamado al desorden, por el contrario, llamamos la atención para que el orden de la DEMOCRACIA sea respetado por todos, independientemente del cargo y/o función que desempeñen dentro de la Universidad.


oce.atlantico@gmail.com