jueves, 30 de abril de 2009

Por un Primero de Mayo unitario, internacionalista y antiimperialista…

La organización colombiana de estudiante OCE-Atlántico
Invita al:
1º de Mayo todos a la calle.

Día Internacional de la clase obrera.

Punto de encuentro: Hospital pediátrico Carrera 21 Calle 50, 8:00 Am.

Por las condiciones de dominación, atraso y de miseria en las que se encuentra el pueblo colombiano, salimos este primero de Mayo a conmemorar la conciencia de los mártires de Chicago por una patria soberana, democrática y prospera para los trabajadores y el pueblo en general.
La crisis que sufre el capitalismo imperialista en todo el mundo y que ha llevado al descalabro a grandes multinacionales han demostrado inevitablemente que el sistema es insostenible, que la política neoliberal ha fracasado y que se aproximan a su bancarrota total. Aun, encontrándose en este estado, el imperialismo, principal enemigo del progreso nacional, ha empezado a trasladar la crisis sobre los trabajadores y el pueblo, agudizando la explotación, en especial la de los países dependientes, acomodando la situación política, económica, social y cultural en todo el orbe a sus intereses como su única salida.
La seguridad democrática y la llamada confianza inversionista, que promueve el presidente Uribe, se han convertido en una excusa para reforzar las políticas neoliberales en el país y en herramientas de las multinacionales para trasladarle al pueblo colombiano la crisis. Estas se manifiestan; por un lado en tratados de libre comercio, reducción de los salarios y desconocimiento de derechos laborales, entrega del patrimonio público y los recursos naturales al capital privado, beneficios tributarios a las multinacionales y por el otro en mayor perdida de la soberanía y empobrecimiento de los colombianos.
En este sentido la lucha de los mártires de chicago, de los trabajadores colombianos, el campesinado, las minorías étnicas, la intelectualidad, medianos y pequeños productores y nosotros, los estudiantes, se embrollan en el mismo objetivo por la consecución de una patria libre y soberana en vías al progreso social.
Desde la Organización Colombiana de Estudiantes OCE invitamos al pueblo colombiano a organizarse políticamente en la construcción de un frente único nacional para alcanzar el poder político sin el cual no se podrá realizar las profundas transformaciones sociales, económicas, laborales y culturales que la nación requiere, donde la única y verdadera alternativa es el Polo Democrático Alternativo.

Por un Primero de Mayo unitario, internacionalista y antiimperialista…

UNIVERSIDAD DE CALDAS, 2009-20018: HACIA EL NEOLIBERALISMO ACADÉMICO

Juan Carlos Martínez Botero,
Representante Estudiantil al Consejo Superior de la Universidad de Caldas, Directivo de la Organización Colombiana de Estudiantes, OCE.
Manizales, Abril 29 de 2009

Las recientes discusiones en el Consejo Superior de la Universidad de Caldas, donde las mayorías gobiernistas han impuesto sus criterios, nos llevan a hacer algunas consideraciones sobre el rumbo actual de nuestra Alma Mater y a ponerlas en conocimiento de la comunidad universitaria, de tal forma que el debate, sobre el tipo de universidad que se viene consolidando, supere el estrecho marco que, por su composición actual, representan hoy los cuerpos colegiados de la universidad. En particular el presente documento tiene como propósito sustentar el voto negativo de la representación estudiantil al Consejo Superior ante las propuestas de Plan de Desarrollo y presupuesto para el año 2009, presentadas por la administración, y que finalmente fueron aprobadas por mayoría en una de las últimas sesiones de diciembre del 2008.
SOBRE EL PLAN DE DESARROLLO 2009-2018 (Consideraciones preliminares)
No obstante el ser esta una discusión local, cualquier análisis debe partir de las fuentes que inspiran la contrarreforma universitaria que se viene imponiendo en las diferentes universidades públicas colombianas, por lo que el documento “Consideraciones a la reforma neoliberal de la educación superior en Colombia”, en el que abordamos algunos elementos y que antecede a este escrito, es una referencia para abordar de manera sistémica algunos de los aspectos consignados en el Plan de Desarrollo de la Universidad de Caldas, PDUC, 2009-2018 “PARA EL DESARROLLO DE LA REGIÓN Y EL AVANCE DE LA CIENCIA Y LA CULTURA”, nombre que se le dio a la propuesta aprobada. La misma presentación del Plan de Desarrollo plantea que este “se ha diseñado en atención a las demandas del contexto externo generadoras de nuevos retos” (Plan de Desarrollo Universidad de Caldas, 2009-2018: 3).
Seis variables estratégicas, que contienen los programas y proyectos, son el escenario apuesta del Plan de Desarrollo de la Universidad de Caldas 2009-2018, tales son: (I) Desarrollo de las ciencias, las artes y las tecnologías; (II) relaciones externas e internacionalización de la universidad; (III) cualificación docente; (IV) desarrollo tecnológico, (V) solidez administrativa y financiera, (VI) oferta de programas académicos. Aunque el titulo de cada una de ellas no dice mucho, a primera vista queda sugerido que “vamos por buen camino” persiguiendo propósitos loables.
No obstante, las apariencias engañan. La lectura de las 105 páginas, inundadas de términos acuñados por los organismos multilaterales de crédito para convertir la educación superior en negocio, deja mucho que pensar sobre el rumbo de la universidad y la imposición de un modelo que continuó haciendo carrera durante el gobierno de Uribe. De lo que se trata es de adecuar las instituciones de educación superior a la lógica del mercado y del restringido mundo laboral de un país tercermundista, negando cualquier posibilidad de acceder a los más altos niveles de la ciencia y renunciando de manera implícita a un aparato educativo al servicio del desarrollo nacional.
Como antesala a la definición de los “retos” que deben asumir las instituciones de educación superior y haciendo referencia al fenómeno de la globalización, se plantea: “Este entorno golpea las puertas de las instituciones de educación superior al constituirse éstas en motor de la economía del conocimiento y del desarrollo socio ambiental. La dinámica del sistema económico global requiere un fuerte apoyo de las instituciones de educación superior en la capacitación del capital humano, la generación y apropiación del conocimiento avanzado requerido por los principales factores de la producción, el comercio y la prestación de servicios.” (Plan de Desarrollo Universidad de Caldas, PDUC, 2009-2018: 6). Como se señalaba anteriormente, es evidente la inspiración en algunos conceptos acuñados por el Banco Mundial y en visiones mercantilistas de la educación.
Examinemos algunas de ellas. Se nos dice que en el entorno de la globalización las instituciones de educación superior se constituyen en el motor de la economía del conocimiento. Pues bien, para justificar la adopción de las políticas neoliberales, en los ámbitos laborales y educativos: “Quien se ha encargado de legitimar mediante su difusión ideológica y la contratación de expertos encargados de expandir en todo el mundo esas ideas es el Banco Mundial, el cual ha introducido la noción de “economía del conocimiento” (Vega, 2007). Según el Banco Mundial: “Una economía basada en el conocimiento se fundamenta primordialmente en el uso de ideas más que en el de capacidades físicas, así como en la aplicación de la tecnología más que en la transformación de materias primas o la explotación de mano de obra económica.” (Banco Mundial, 2003: XVII).
De acuerdo con esta visión, “la economía global del conocimiento” transforma continuamente los requisitos del mercado laboral, por lo que los ciudadanos, necesitan más habilidades y conocimientos para desempeñarse en su vida cotidiana. De esta manera, el concepto economía del conocimiento se liga a otro que encontramos en el Plan de Desarrollo de la Universidad, como es el del aprendizaje permanente, también acuñado por el Banco Mundial, y que corresponde a toda una estrategia de esta institución para intentar adecuar los sistemas educativos de los países subdesarrollados a la globalización neoliberal, de tal manera que jueguen los papeles de parias que les corresponde en la actual división internacional del trabajo. Miremos lo planteado por la Directora de Educación, de la Red de Desarrollo Humano del Banco Mundial: “El programa de préstamos del Banco comprende, indudablemente, operaciones destinadas a apoyar los esfuerzos de los diferentes países por transformar sus sistemas de formación, de modo que éstos reflejen un enfoque de aprendizaje de toda la vida.” (Banco Mundial, 2003: XIV).
Este enfoque está referenciado, en el PDUC, de la siguiente manera: “En este esquema en el que opera el mundo del trabajo, caracterizado por alta competitividad, movilidad e incertidumbre, se demanda una mayor cualificación y especialización de las personas, nuevas habilidades para incorporarse a las redes de conocimiento y mejores competencias para el aprendizaje permanente”. De igual manera se plantea que como “el mercado laboral es cada vez más diverso, el título ha dejado de ser una meta en sí mismo y se impone el desarrollo de competencias, el aprendizaje permanente y la educación a lo largo de toda la vida, así como la flexibilización de los currículos.” (PDUC, 2009-2018: 5, 47). El aprendizaje permanente que se viene señalando: “Es un factor crucial en la preparación de la fuerza laboral para que ésta pueda competir en la economía mundial” (Banco Mundial, 2003: XVII).
La visión estrecha de convertir la universidad en un centro de entrenamiento laboral para suplir las necesidades del mercado, tal como lo plantea la política de la “revolución educativa”, es lo que subyace en esta serie de planteamientos que venimos cuestionando. El desarrollo de tales ideas contradice el titulo sugerente de un Plan de Desarrollo para el avance de la ciencia y la cultura como lo han presentado. Es claro que lo máximo que nos permite una educación enfocada hacia una economía del conocimiento es la aplicación, cuando mucho, de limitadas tecnologías, necesarias para la instalación de las maquilas controladas por las corporaciones multinacionales.
Se afirma, de igual modo, que la dinámica global, es decir, la globalización imperialista, al servicio de las corporaciones multinacionales de las principales potencias mundiales, requiere un fuerte apoyo de la universidad en la formación de capital humano. Utilizando el mismo lenguaje que utiliza el Plan Nacional de Desarrollo de Uribe 2006-2010, para referirse a la educación, se inscribe a la universidad en una teoría desarrollada por el pensamiento económico, como es la del “capital humano”, la cual “jugó un papel fundamental a la hora de fortalecer una visión economicista-funcional anclada en la tradición utilitarista liberal de la educación, argumentando vínculos directos entre el sistema educativo y el sistema económico en términos de productividad y de recuperación de la inversión.” (Miñana, 2006: 64)
“El capital humano de alta calidad se desarrolla en sistemas de educación muy bien calificados, en que la educación terciaria [1] suministra las destrezas avanzadas más apetecidas actualmente en el campo laboral” (Banco mundial, 2000: 17). Como se colige de las aseveraciones del Banco Mundial, es un concepto ínsito en la estrategia de adecuar el aparato educativo a los requerimientos de la globalización. La llamada producción de capital humano es una manifestación de una visión mercantilista del proceso formativo, es la educación vista desde una perspectiva limitada de cuán rentable es para aumentar la productividad tanto individual como de la economía en general. En esta óptica las universidades son empresas, centros de producción de capital humano (formación) y los estudiantes agentes económicos que, movidos por los beneficios privados que les reditúa un mayor nivel de formación, se ven inducidos a realizar las inversiones para adquirirla.
Asimismo encontramos cerca de 30 referencias a lo largo de todo el documento en lo que tiene que ver con los aspectos curriculares, donde se institucionaliza el discurso de las competencias. Al respecto se plantea: “Las estructuras rígidas en la oferta académica están llamadas a perecer. Así mismo, es imperativo que los estudiantes desarrollen capacidades para la asimilación del cambio y el aprendizaje autónomo, lo cual tiende a transformar las prácticas pedagógicas en consonancia con los nuevos retos de la sociedad contemporánea que obligan a aprender a aprender” (PDUC, 2009-2018: 8). Es importante volver a destacar que el término competencias fue retomado por el Banco Mundial en 1994 para relacionar la educación con las políticas económicas y empresariales. Las competencias son consideradas, por importantes académicos como una forma soslayada de renunciar a la formación avanzada en conocimientos y reducir el mundo de la enseñanza a la aprehensión de unas cuantas habilidades y destrezas que le permitan al educando desempeñarse en un ambiente laboral, desarrollar algunas labores de baja complejidad y captar los fenómenos sin hacer juicio de ellos, sin tomar distancia crítica.
Las competencias son la forma curricular que adoptan las políticas que buscan restarle contenido científico a la educación que imparte la universidad. Bajo el sofisma de propiciar la autonomía intelectual del estudiante, se imponen estándares, se menosprecia la labor del docente, se reducen los contenidos y la duración de las carreras. Lo que se esconde detrás del aprendizaje autónomo son criterios eficientistas de menor contratación docente y una educación laboralizante que resuelva los problemas de mano de obra barata que requiere el mercado.
Para que no quede duda de que los conceptos que venimos desarrollando son la ruta trazada por el Plan de Desarrollo de la Universidad de Caldas, se nos presenta a manera de colofón de la primera parte: “Es ineludible para las universidades participar activamente en la consolidación de un entorno que facilite el desarrollo de la cultura, la alta calificación de su capital humano orientada hacia una sociedad y una economía del conocimiento que favorezcan el desarrollo humano integral, el bienestar social y la competitividad en un entorno globalizado.” (PDUC, 2009-2018: 37)
Economía del conocimiento, aprendizaje permanente, capital humano, competencias, son expresiones que denotan que asistimos a la imposición de una visión mercantilista de la educación superior. Educación para la globalización, para las políticas de apertura económica, para los Tratados de Libre Comercio que negocia actualmente el gobierno de Uribe y que constituyen su principal política económica. La apuesta del gobierno de Uribe, contra la evidencia histórica del camino seguido por los países del primer mundo [2], es el modelo exportador y la denominada confianza inversionista, que no es más que seguir llenando de gabelas al capital trasnacional. Es importante seguir insistiendo en una idea, el modelo educativo de una nación responde al modelo de desarrollo productivo. No es posible entonces aspirar a una universidad científica, que acceda y desarrolle los más altos niveles de las ciencias y las artes, mientras se persista en una economía de tipo neocolonial, con un aparato productivo subdesarrollado, especializado en la exportación de cultivos tropicales y recursos naturales con poca o nula transformación, o un país donde reinen los talleres de subcontratación laboral, como las maquilas, escasos en el uso de conocimientos y tecnologías.
MI VOTO NEGATIVO PARA EL PRESUPUESTO DEL AÑO 2009
En la sesión donde se aprobó el presupuesto para la vigencia del año 2009, expresé que para Bienestar Universitario se dispuso un recurso de 1.503 millones de pesos, lo que significa el 2% del presupuesto de funcionamiento de acuerdo con la Ley 30 de 1992, pero existe una norma de carácter interno, el acuerdo 030 del Consejo Superior, recientemente modificada en el Acuerdo 026, que obliga que, además del 2% de los recursos de funcionamiento, se destine el 10% de los ingresos de los Fondos de Facultad, discusión que ya había planteado el año anterior, pero que la administración se niega a cumplir. La negativa a calcular el presupuesto como dicen las normas ha reducido el presupuesto de Bienestar Universitario en los últimos años, y en especial en la administración del doctor Ricardo Gómez, atentando directamente contra los programas que atienden estudiantes y en general contra todas las actividades que cubre la dependencia.
Planteé entonces que si los ingresos presupuestados de los fondos de facultad son de 7.623 millones de pesos para el año 2009, se debía incrementar el presupuesto de Bienestar Universitario en 762 millones, que corresponden al 10% de esos ingresos para dar cumplimiento a la norma. Es así como atendiendo a la ley 30 de 1992 y al acuerdo 026 de 2008, el presupuesto para Bienestar Universitario debió ser de 2.265 millones de pesos y no de 1.503 millones, como finalmente terminó aprobado. A pesar de la exigencia que hiciera, para que se dé cumplimiento a la norma y se destine el presupuesto que realmente le corresponde a Bienestar Universitario, el Consejo Superior mayoritariamente aprobó el presupuesto sin atender este reclamo, por lo que me aparté de dicha posición y lo voté de manera negativa.
1. La educación terciaria: “abarca las universidades y los establecimientos destinados a la formación de docentes (teachers’ colleges) y las escuelas profesionales de nivel superior (higher professional schools), los cuales exigen a los postulantes, como requisito mínimo de admisión, el haber aprobado el ciclo de educación secundaria” (Banco mundial, 2000: 156).
2. Sobre este punto plantea, el profesor de la Universidad Nacional, hoy senador de la república, Jorge Enrique Robledo, en su libro www.neoliberalismo.com lo siguiente: “El desarrollo nacional exige, por sobre todo, aprovechar primero y fundamentalmente la capacidad de compra de los nacionales y, ahí sí y de manera secundaria, exportar lo que se pueda. Es tan claro esto, y es tan obvio que son las políticas que les imponen las potencias a sus neocolonias las que crean la confusión al respecto, que el mismo Paul Krugman, tan venerado en los círculos aperturistas, da como prueba del desarrollo de un país el que “sus productores le venden principalmente al mercado interno”, y agrega que esa es “una libertad de acción negada a naciones más pequeñas”.
Referencias bibliográficas
BANCO MUNDIAL, 2000. “La educación superior en los países en desarrollo: Peligros y promesas”. Washington, D.C. Traducción al español de María Angélica Monardes. Disponible en http://www.arandurape.edu.py/Public...
BANCO MUNDIAL, 2003. “Aprendizaje permanente en la economía global del conocimiento. Desafíos para los países en desarrollo”. Washington, DC. Banco Mundial en coedición con Alfaomega Colombiana S. A. Disponible en http://www.arandurape.edu.py/Public...
MIÑANA, Carlos. 2006. El contexto de las reformas académicas en la educación superior. Ensayos críticos Nº 2, Bogotá. http://www.espaciocritico.com
PLAN DE DESARROLLO UNIVERSIDAD DE CALDAS, 2009-2018. “Para el desarrollo de la región y el avance de la ciencia y la cultura” Documento de trabajo presentado al Consejo Superior.
ROBLEDO, Jorge Enrique. 2000. “www.neoliberalismo.com.co. Balance y perspectivas”. Bogotá. El Ancora Editores. Disponible en http://senadorrobledo.org/robledo/?... VEGA, Renán. 2007. “La "sociedad del conocimiento": una falacia comercial del capitalismo contemporáneo”. Revista Espacio Crítico Nº 7, Julio – Diciembre. Bogotá. http://www.espaciocritico.com/revis...

lunes, 27 de abril de 2009

“La Corte Constitucional es menos confiable”


Entrevista a Carlos Gaviria Díaz por Otto Ruiz Alcocer,

Barranquilla, abril 26 de 2009


El presidente del Polo Democrático Alternativo, Carlos Gaviria Díaz, cuestionó algunas actuaciones del procurador general de la Nación, Alejandro Ordóñez, por considerar que son sesgadas, en favor de allegados al Presidente de la República. En materia política, considera que Uribe ya está en campaña, y está haciendo todo para conseguir la aprobación del referendo reeleccionista.
¿Cómo ve al Procurador en temas como la ‘Yidispolítica’, por ejemplo?
Yo soy muy respetuoso de las decisiones, pero naturalmente no deja de preocupar que se advierte un sesgo grande en las decisiones del Procurador; generalmente tendiente a favorecer a funcionarios del Gobierno y a tratar con mayor dureza a los que no lo son.
¿Advierte esa misma situación en la Corte Constitucional?
Yo pienso que la Corte Constitucional está en mora de reivindicar su independencia. Ha sido una corporación judicial muy admirada en el país desde sus comienzos, pero el Presidente ha tratado de cooptarla con nombramientos de personas bastante adictas a ély desde luego, me parece que eso hace a la Corte menos confiable. Yo tengo esperanza que ahora con nuevos magistrados nombrados, éstos antepongan su investidura de magistrados a intereses y presiones de otro tipo.
¿Usted también teme que se use la Reforma Política para poner un registrador amigo del Presidente?
Pues clarísimo. El hecho de que se haya presentado la propuesta que se hizo, de que al Registrador lo nombre el Congreso, con mayorías uribistas, es evidente; indica que ese propósito existe.
¿Qué concepto le merece la situación presentada con los hijos del Presidente?
Me parece que es bastante preocupante por varias circunstancias: una, porque hay un quebranto de la ética pública y yo creo que hasta del derecho, que es bastante evidente; y en segundo lugar, porque a pesar de que este hecho tan grave se ha producido, no se ha visto una reacción más fuerte del país. En otra parte, esto daría al traste con un Gobierno.
¿Cómo observa el panorama, cuando ya estamos casi en campaña?
Sí estamos metidos en campaña, pero no creo que ningún partido esté todavía claro en su panorama interno. No se sabe qué va a pasar en la U, en Cambio Radical, qué va a pasar con los conservadores que no han decidido si tienen candidato propio o van a la consulta; de manera, que el panorama todavía es muy incierto. Yo creo que en los próximos dos o tres meses el panorama va a estar más claro.
¿Se puede decir que Uribe ya está en campaña?
El presidente Uribe está en campaña desde que ganó las elecciones de 2002.
¿O sea que él le está apostando al referendo?
Sin duda. Ya dijo que mantenía una especie de batalla con su alma, creo que le va a ganar la batalla al alma.
¿Tiene un alma muy débil?
Exactamente.

CONTRA LA DEGRADACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR, UNIDAD Y RESISTENCIA CIVIL

Saludo de Jorge Enrique Robledo Castillo al Encuentro Nacional de Estudiantes,
Bogotá, abril 17 de 2009

Presento un caluroso saludo a los estudiantes que vienen de diferentes regiones del país para definir el rumbo del movimiento universitario y enfrentar las políticas degradadoras de la educación superior.
La importancia de este evento radica en que la educación debe defenderse a capa y espada, particularmente la superior. No es posible resolver los problemas nacionales sin una educación de alta calidad, universal y gratuita y en esta tarea los estudiantes juegan un papel fundamental.
El gobierno de Álvaro Uribe Vélez se empeña en atentar contra las universidades colombianas a través de medidas neoliberales que deterioran la calidad, privatizan las instituciones oficiales, obligan a los estudiantes a pagar créditos usureros y violan derechos democráticos de los estamentos universitarios. En medio de la peor crisis económica del capitalismo, se mantiene el objetivo de adaptar el aparato educativo a la globalización neoliberal impuesta desde Washington.
En el Congreso hacen trámite dos proyectos de ley que apuntan a profundizar la degradación de la educación superior. El primero reglamenta el ECAES, examen que, en clara violación de la autonomía universitaria, impone el modelo de formación por competencias, de acuerdo con el artículo 6° del Plan Nacional de Desarrollo.
El otro proyecto es el No. 083 de 2008, que permite al Gobierno Nacional desentenderse de su responsabilidad en la atención de la totalidad de los pasivos pensionales de la universidades Nacional, de Caldas, Córdoba, Chocó y Cauca. Imponer la concurrencia, como lo plantea la iniciativa, amenaza la calidad y el carácter universal de la educación superior, razón por la que reiteradamente la comunidad universitaria ha rechazado su implementación. Se pretende implementar lo propuesto en artículo 38 del Plan Nacional de Desarrollo, declarado inexequible. La propuesta obligaría a la Universidad Nacional, por ejemplo, a responder por 40 mil millones de pesos de sus obligaciones pensionales, dineros que correrían a cargo de su ya precario presupuesto y que cubriría con mecanismos de autofinanciamiento como el alza de matrículas.
El 2009 será un año de luchas y de resistencia civil contra la ofensiva recolonizadora del imperialismo norteamericano y la política del presidente Uribe Vélez, empeñado en debilitar la educación pública y en acabar con los derechos de los colombianos, incluidos los del estudiantado. Tengo la convicción de que este encuentro acordará tareas a la altura de las responsabilidades que a Ustedes les competen como uno de los frentes de vanguardia del país. Estén seguros que el Polo Democrático Alternativo está firme en el apoyo de sus reivindicaciones, pues sabe que es el camino para que todos los colombianos puedan acceder a una educación de calidad, universal y al servicio del interés nacional.

jueves, 16 de abril de 2009

Espejito...espejito


Política, Universidad Pública y TLC: “La transformación de Colombia es el premio a los pacientes”


Entrevista con Jorge Enrique Robledo por Jaime Corrales, Periodista Independiente,

Bogotá, abril 15 de 2009


Cuando el senador Robledo hace debates de control político, pone a temblar ministerios completos y a correr a los asesores buscando datos o cifras, porque saben que él también las llevará. Muchas veces ha dejado sin argumentos a los propios funcionarios de gobierno.

Si en algo que están de acuerdo hasta sus detractores más acérrimos es en que Robledo no especula, no calumnia, él tiene pruebas y datos tras sus argumentos, legado de más de 20 años como profesor de tiempo completo en la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, seriedad que le ha valido muchos reconocimientos.

Con su aspecto de viejo sabio de la tribu y tono de profesor cuchilla, el polémico senador del Polo Democrático Alternativo, visitó a Cali para hablar del TLC con la Unión Europea, la posible privatización de Emcali y la crisis de la Universidad.

Reconocido como una de las voces más agudas e incisivas de la política colombiana, Robledo es acérrimo opositor del gobierno, al que le ha causado varias ‘ulceras’, como cuando equiparó parapolítica con ‘parauribismo’.

Después de dos conferencias en auditorios de las universidades Santiago y Autónoma, sacó unos minutos para hablar con nosotros.

Jaime Corrales: El año pasado se perdieron cerca de 600 mil empleos en Colombia. El ex ministro de hacienda Juan Camilo Restrepo pronostica que este año serán otros 400 mil. Se trata de un millón de nuevos desempleados en el país. En su opinión, ¿qué debería estar haciendo el gobierno de Uribe para capotear la crisis? Jorge Robledo:

La economía colombiana cayó muy duro el año pasado sin que todavía fuera tocada por la crisis internacional, cayo solita. Los propios absurdos de la política económica del doctor Uribe la empezaron a hundir. Y ahora le cae encima la muy grave crisis económica internacional. Por ello, podemos augurar un 2009 y un 2010 muy duros, de mucha ruina en el sector productivo, de más desempleo y pobreza. Y quizá sean más de 400 mil lo nuevos desempleados en este año.

Todos estos problemas, como la pérdida del empleo tienen una causa, y la causa es el modelo neoliberal, de gobernar con las imposiciones del FMI y de la Casa Blanca. El libre comercio ha fracasado como manera de resolver los problemas de los países. Si ha fracasado allá, en Estados Unidos, Europa y Japón, donde lo diseñaron en su beneficio, imagínese aquí.

La cosa es bien simple, si la causa del desastre es el libre comercio, pues aquí lo que se necesita es introducir un modelo de manejo económico y social que sea completamente diferente al libre comercio neoliberal.

Usted ha dicho en repetidas ocasiones que la ‘Política de Seguridad Democrática’ ha fracasado ¿por qué? ¿Qué opina de seguir destinando tantos recursos a la guerra, en desmedro de la inversión social, educativa en el país?

Álvaro Uribe ofreció que acababa con la guerrilla en seis meses y ya vamos para siete años. Y están pidiendo, mínimo, cuatro más. Es cierto que la ha golpeado, eso no se puede poner en duda, entre otras cosas por el enorme aumento del gasto militar, con más armas, más soldados, y eso debe incidir.

Pero nadie se atreve a decir que estamos cerca del fin de la violencia. Eso, ni los uribistas se atreven a decirlo. Luego en esto también fracasó, porque lo que necesitamos es la paz, no que haya menos guerra. Obvio que si hay menos violencia es mejor, pero lo que realmente queremos es la paz; y la paz en las condiciones de Colombia es que el Estado tenga el monopolio sobre las armas, pero aquí están armados, entre guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes, unas 20 o 30 mil personas.

La gobernación del Valle del Cauca le adeuda cerca de 40 mil millones* a la universidad del Valle, esto ha causado un hueco fiscal que obligó a un recorte del 30% de su presupuesto. Esto nos tiene en inminente peligro de anormalidad. ¿Qué puede hacer la universidad ante esta problemática, ante el abandono del estado?

Eso también tiene que ver con el libre comercio, con el neoliberalismo, con una directiva que viene desde Washington de quebrar las universidades públicas, bajo cualquier pretexto. Ahora, estudiantes, profesores y trabajadores deben volver a levantar las banderas de la educación como un derecho, con suficiente financiación estatal y gratuita, para lograr educación superior de alta calidad.

¿Qué pueden hacer concretamente los estudiantes, ante el problema de la falta de financiación de la Universidad Pública?

Deben organizarse y luchar para lograr que el Estado dé los recursos que debe dar. Luchar de distintas maneras. Primero en lo político, porque este es un problema político. Y lucha estrictamente civil, sin violencia. Si el Estado alguna vez dio los recursos, fue por la movilización y como se lucha menos, se han perdidos derechos. Toca volver a luchar duro para mantener los que quedan y recuperar los perdidos.

Usted fue un duro crítico y opositor de la gestión del ex ministro Andrés Felipe Arias, quien por su parecido con Uribe, se ha ganado el apodo de ‘Uribito’, algunos lo ven como el sucesor de Uribe. ¿Qué le parece como candidato presidencial?

Cuando Andrés Felipe Arias renunció, hubo fiestas en el sector agropecuario colombiano, porque la gente sintió que había salido de un ministro de agricultura bastante malo. Yo diría que es el peor ministro de agricultura que ha tenido Colombia. En su ministerio, se intentó imponer el modelo Carimagua y las importaciones agrícolas pasaron de 4,5 toneladas a ocho. Además, aprobó el TLC con Estados Unidos. Y lo peor que les puede suceder a los productores agrícolas, campesinos, indígenas y empresarios, es que el país se llene de comida importada, que reemplacen su trabajo por el de los extranjeros. Así se entiende por qué su campaña electoral la hace hablando de seguridad democrática, porque si sale a hablar de agro no saca ni un voto. Estos son los paquetes chilenos propios de la política nacional, en la que los peones juegan de damas. En medio de la manipulación oligárquica, todo puede suceder.

La oposición es un ejercicio difícil. Aparte del caso Carimagua, donde logro revertir el proceso del ex ministro Arias, ¿qué luchas siente que ha ganado en la política?

Las luchas, en lo fundamental, no son importantes porque se ganen o se pierdan, aunque sea mejor ganarlas. Importan porque se lucha, porque se defiende lo que uno cree y, en mi caso, la dignidad de la gente. De otra parte, si usted mira las luchas anteriores a 1810, no sólo en Colombia sino en otros países, aparentemente todas fracasaron: el movimiento comunero, en cierto sentido la del 20 de julio, etc. Pero sin esas luchas precursoras no habría sido posible la independencia del imperio español. Porque son procesos en los que se eleva la comprensión de las gentes sobre lo que necesitan y deben hacer.

Hoy hay en Colombia centenares de miles o de millones de personas que conocen más sobre el libre comercio y el neoliberalismo, por ejemplo, lo que constituye un activo valiosísimo que cualquier día se vuelve fuerza política capaz de cambiar a Colombia. La lucha de Carimagua fue importante porque ese proceso está parado, y porque la idea era repetir Carimaguas por todo el país, es decir, darle la tierra de los campesinos a un puñado de magnates. El ministro Arias alcanzó a hablar de seguir lo que llamó el “modelo malayo”, el que aplica una monarquía corrupta donde la explotación promedio de palma es de 100 mil hectáreas.

He estado luchas sociales airosas, como las que dimos en el sector cafetero, en los años 90, antes de llegar al senado, cuando logramos la condonación de más de 100 mil deudas cafeteras. Un número importante de esas 100 mil familias hoy tienen finca por la lucha de esos días. Esa es para mí una gran satisfacción.

Y puedo contar otras cosas concretas: el TLC con Estados Unidos debió entrar en vigencia hace tres años y está parado, y por cada día en que no haya TLC es un poco menos de pobreza y de desgracia en Colombia. Otra gran satisfacción es haber ayudado a construido el Polo, un gran partido que está llamado a ganar profundos cambios democráticos en bien del progreso de los colombianos. Pero repito, no se debe luchar poniendo la condición de que hay que ganar. Lo primordial es entender que se lucha porque es un deber promover un país mejor y porque las luchas, hasta las que se pierden, acercan el momento en que los colombianos transformarán profundamente el país.

Los jóvenes que empiezan a trabajar en la oposición, desde movimientos cívicos, ONG’s o la academia, se sienten pesimistas por los hechos de nuestro país. Asesinatos de estudiantes, desapariciones, la manipulación de los medios. ¿Qué les dice usted a esa gente que quiere generar un cambio en nuestro país?

Vuelvo a lo mismo, no nos desesperemos. Hace años hubo que se desesperó y se fue para la guerrilla. Era en parte la desesperación “porque esto hay que cambiarlo para mañana”. Y en esa violencia llevamos más de 50 años. En estos días he oído a otros a los que les entra la desesperación, “porque hay que hacer algo ya”, y quieren alianzas con personas como Cesar Gaviria, con quienes creo que en las presentes condiciones la izquierda democrática no debe aliarse, porque se desnaturaliza y pierde su razón de ser. Otros también se desesperan y se desaniman y terminan al lado del uribismo. Paciencia, ¿cierto?, es lo que necesitamos. La verdadera transformación de Colombia es el premio a los pacientes. Esto es parecido, decía un amigo, a los corredores de 100 metros planos, que se entrenan durante un año para correr en 10 segundos. Similar nos toca a los del Polo. Mantengámonos en la lucha política con seriedad, defendiendo los verdaderos intereses de la nación, uniendo al país, trabajando duro, sin desesperarnos, sin extremismos de izquierda y sin entregárnosle a la derecha, que así iremos creciendo, hasta que el pueblo entienda nuestras razones y nos escoja para gobernar a Colombia.

El que se desespera se equivoca. O se va a hacer actos de terrorismo y se equivoca, o se va hacia la derecha y se equivoca u opta por la apatía política y también se equivoca. Toca tener paciencia; estudiar, dar el debate, prepararse y acompañar las luchas de las gentes. Si tenemos suerte, el mundo nos sonreirá porque el pueblo colombiano entrará en rebeldía y nosotros dirigiremos las transformaciones de Colombia. Si ello no sucede, no veremos convertidos en realidad nuestros sueños, y moriremos, igual que todos. Pero habremos sido leales con nuestras convicciones y habremos dejado un legado que seguramente les sirva a otros para dirigir las transformaciones sin la cuales no es posible resolver los problemas nacionales.

NO AL CIERRE DE LA LICENCIATURA EN EDUCACIÓN FÍSICA DE LA UNIVERSIDAD DE CALDAS

Juan Carlos Martínez Botero, Representante Estudiantil al Consejo Superior y Catalina Triana, Representante Estudiantil al Consejo Académico,
Manizales, Abril 13 de 2009

Desde octubre de 2008, cuando una comisión designada por el Consejo Académico presentó los comentarios específicos sobre los aspectos curriculares del programa de Educación Física, se planteó -por parte de la comisión- la inquietud sobre la permanencia del programa, toda vez que “en el momento de creación del programa se proyectó un número de cohortes que a la fecha ya fue superada”[1]. Tal argumento ha sido adoptado por la actual rectoría para cuestionar la existencia del programa y según información suministrada[2], no abrir cohorte en el segundo semestre de 2009 con la autorización de la mayoría del Consejo Académico.
Esta decisión, que genera nuestro rechazo, le sirve a la política que desde el año 2001 se viene implementando en la educación básica y media. Con la aprobación de los actos legislativos 01 de 2001 del gobierno de Pastrana, y 04 de 2007 del gobierno de Uribe, se estableció un recorte, según cálculos de la Federación de Gobernadores, de 76 billones (millones de millones) de pesos, entre los años 2002 a 2016, para salud, educación, agua potable y saneamiento básico de los municipios y departamentos. Esta descomunal pérdida de recursos ha institucionalizado, en escuelas y colegios, las fusiones de instituciones educativas, cierre de colegios nocturnos, hacinamiento, supresión de asignaturas y la eliminación de plazas docentes y administrativas, lo que ha acentuado el deterioro de la calidad de la educación pública colombiana. Esto sin mencionar el desastre que este recorte ha provocado en la salud de los colombianos con la quiebra de la red pública hospitalaria.
Es en está lógica que se ha dispuesto por parte de las secretarías de educación la supresión de los cargos, de psicorientadores, secretarias, celadores y aseadores, en escuelas y colegios. De manera progresiva se vienen eliminando también a los profesores especializados en educación física, no siendo raro que esta asignatura la cubran profesores de otras áreas, negando que esta disciplina es clave para la estimulación y el desarrollo normal de las capacidades físicas y cerebrales de los estudiantes. La planta nacional de docentes se disminuyó entre 2001 y 2006 en más de 33 mil maestros, y la política de Uribe es mantener esta situación, con lo que se vuelven “impertinentes” -según la visión del gobierno- muchas de las licenciaturas y programas de formación de docentes que ofrecen las universidades colombianas. Tal es el contexto en el que se encuentra inmersa la decisión de cerrar el programa de Educación Física de la Universidad de Caldas.
La Representación Estudiantil, acorde con la postura de educación pública que defiende: Anuncia su oposición a esta medida por considerarla lesiva para los intereses de los estudiantes del programa de Educación Física y los estudiantes de escuelas y colegios del departamento, que carecen de profesores en esta área; hace un llamado a la comunidad académica, en particular a los estudiantes del programa, a dar y promover un serio debate que reivindique y defienda la permanencia de la licenciatura e, insta a las directivas de la institución a dar la explicaciones del caso y a no tomar ninguna medida que lesione los intereses de los estudiantes.

ORGANIZACIÓN COLOMBIANA DE ESTUDIANTES, OCE UNIVERSIDAD DE CALDAS

domingo, 12 de abril de 2009

Los precios del etanol y el referendo reeleccionista

Aurelio Suárez Montoya,
Bogotá, abril 7 de 2009

En medio de la presente crisis económica un clamor unánime recorre a Colombia: el inicuo precio de los combustibles. El gobierno justifica que los colombianos estén pagando más de tres dólares por galón de gasolina corriente con el fin de fortalecer un fondo de ahorro petrolero, aunque como ya lo advirtió el senador Jorge Enrique Robledo, siendo el 40% destinado al pago de distintos impuestos, en la práctica lo que se ha montado es una reforma tributaria sin trámite por el Congreso. No hay razón alguna para que la gasolina no rebaje en su cotización cuando el petróleo tiene hoy un tercio del valor de hace ocho meses, y cuando Colombia es un país exportador que hace pagar a sus ciudadanos por ello más que los norteamericanos, importadores netos de hidrocarburos.

No obstante, hay otros factores que inciden en el alto costo del combustible. Recientemente el ex codirector del Banco de la República, Salomón Kalmanovitz, afirmó que “en 11 meses”, el etanol, que es responsable del 10% del importe de un galón en el 75% del país donde se mezcla con los carburantes, “ha tenido un aumento del 71 por ciento”. Lo comparó con el precio internacional que en pesos colombianos equivaldría a 4.000, en tanto se cobra por un galón 7.474. Esa inexplicable diferencia, a favor del oligopolio de cinco ingenios, cuyos propietarios son tres grupos económicos, debe añadirse a las enormes exenciones tributarias de las que gozan, que para el año pasado se estimaron en 120millones de dólares, y a los incentivos y créditos con costos fiscales que significaron en 2008 un subsidio de algo más de cinco millones de pesos por hectárea de caña de azúcar sembrada para elaborar agrocombustible. La fórmula que alzó el etanol de 4.500 pesos en agosto de 2008 a más de 7.500 en marzo de 2009, está fundamentada en el valor de una libra de azúcar refinado en la bolsa de Londres, que es más alto que en Nueva York. Después de la “escandola”, la gran modificación fue cambiar la base de liquidación teniendo como referente el azúcar crudo en la misma lonja londinense. Eso significará rebajar el precio del galón en 1.500 pesos, pero, de hecho, mantener una elevación de cerca del 50% para los últimos ocho meses. Casi seis veces la inflación.

Estas ventajas concedidas al oligopolio azucarero rayan con el tráfico de influencias cuando se mira la lista de cotizantes de la Asociación Colombia Primero, epicentro del referendo reeleccionista y fuente primera de financiación del “Comité Promotor” que tuvo como satélite. En efecto, cuando se repasa la lista de cotizantes de esa Asociación se encuentra que entre Incauca S.A., Manuelita S.A. y Mayagüez S.A., tres de las refinerías de alcohol, contribuyeron con 73 millones de pesos; si se añade lo que la organización gremial que defiende los intereses de esos consorcios, Asocaña, aportó, la suma asciende 54,5 millones más; si se adiciona lo que otros ingenios como Central Tumaco y RiopailaCastilla donaron, hay que agregar 33 millones; si, para completar, se suman los óbolos a Colombia Primero de las empresas de comunicaciones y de bebidas gaseosas afines a los grupos económicos dueños del etanol, tocaría aumentar 75 millones. Todo esto supera el 10% de lo que totalizó el referendo reeleccionista.

Lo antes expuesto ejemplifica la esencia del Estado uribista, un Estado plutocrático que gobierna para los detentadores de la riqueza, que quiere prorrogarse para ese propósito y que recurre a los medios necesarios para lograrlo a toda costa. Es la plutocracia, como mil veces lo ha denunciado el Senador Jorge Enrique Robledo, tomemos nota de ello.

TLC y Educación, El caso de Costa Rica Parte I

TLC y Educación, El caso de Costa Rica Parte II